Tuesday, March 27, 2007

Amnesia nuestra de cada día.

Amnesia carne, amnesia barro,
te quiero, así marchita
reptando entre almas
de huesos frios
de tus hombres guerreros,
torturadores, curas, verduleros.

Amnesia dulce sin espinas
recorres las rosas que dejaron
tus mujeres desaparecidas.

Residimos en tu día
amnesia de encuentro.
Amnesia sutil de golpe en el pecho.
Sin aire, abres tu boca
estacionada en nuestro colectivo
listo para el silencio.

1 comment:

Anonymous said...

sabes, este de aquí está bien sensorial... a la vena... y lo imagino en blanco y negro con restos de pétalos de rosa, en un rosado intenso...